Hace pocos días leía una publicación, en la que, una mujer autónoma y que, había sido madre recientemente, relataba su experiencia durante el permiso de maternidad.
Siempre he pensado que el colectivo de Autónomos, a pesar de ser la base de nuestro tejido empresarial, está en clara desventaja, en lo que se refiere a derechos, frente al colectivo de trabajadores por cuenta ajena, pero si además eres, mujer, madre y autónoma, las diferencias son mucho mayores.
La mayoría de las mujeres autónomas, no completan las 16 semanas que les corresponden de baja por maternidad, y muchas de ella, ante esta circunstancia, se han planteado en algún momento la posibilidad de convertirse en un asalariado más.
Antes de nada, debemos dejar claro que, una mujer autónoma tiene el mismo derecho que cualquier mujer asalariada a disfrutar de las 16 semanas por permiso de maternidad, siendo de obligado disfrute el período correspondiente a las 6 primeras semanas.
Entonces, ¿De qué diferencias estamos hablando?
En primer lugar, durante el permiso por maternidad, la mujer autónoma, percibe el 100% de su base de cotización, que mayoritariamente, se sitúa en el importe mínimo de 893,10 Euros, por lo tanto, se produce una Disminución de Ingresos, ya que al percibir exclusivamente, el 100% de la base de cotización dejan de generarse los ingresos propios del rendimiento del negocio.
En segundo lugar, durante este período, está obligada a seguir abonando el 100% de la cuota de autónomos, que en la mayor parte de los casos es de 267,04 Euros, por lo que el volumen de gastos, como mínimo, se mantiene.
Otra disyuntiva que se le plantea es elegir entre el cese de la actividad o la contratación de un empleado por cobertura de maternidad y si bien es cierto que existen ayudas a la contratación, estas son claramente insuficientes.
¿Qué alternativas se pueden plantear?
Actualmente existen pocas soluciones alternativas. Evidentemente, las administraciones públicas tendrán que trabajar en una mayor flexibilización de las políticas económicas, que permitan, entre otras medidas, no hacer frente al pago de las cuotas de autónomo durante este período.
En el ámbito privado, también queda mucho camino por recorrer y las compañías aseguradoras, también tendrán que hacer un esfuerzo para reconocer y adaptar sus productos a esta circunstancia. En la actualidad el mercado asegurador, apenas contempla en sus productos, una cobertura que compense económicamente a la mujer durante su permiso por maternidad.
Administraciones Públicas y Entidades Privadas, deberán trabajar de la mano, para tratar de buscar soluciones y plantear nuevas alternativas de cara al futuro, a una problemática, que incide directamente sobre la trabajadora autónoma, pero que influye en todos los sectores de la sociedad, crecimiento demográfico, crecimiento económico, estabilidad de las pensiones.